BERNARDO GONZÁLEZ KOPPMANN: “la poesía me tomó en serio, y yo a ella”

Helena Ediciones comienza el mes libro con el lanzamiento de la publicación “Cantos del Bastón. Obra Poética. 1981 – 2021”, de Bernardo González Koppmann, quien con este libro “rescata la poesía del Maule”, donde atrapa en sus poemas a “mis gentes que viven insertos en la naturaleza, ya sean arrieros, pescadores, leñadores, hortelanas, temporeras, profesoras, ferroviarios, en fin, mis antepasados”, como él señala.

El autor, nació en Talca en septiembre de 1957. Hijo de Ester, profesora normalista, y de Hugo, ferroviario; el segundo de cinco hermanos; de profesión, profesor de Estado en Historia y Geografía. Desde muy joven se descubrió poeta y, desde entonces, se ha expresado mediante versos por 40 años. Se le reconoce como parte de la Generación del Roneo, o NN (No Name, en inglés; Sin Nombre), cuyas primeras publicaciones surgen a principios de los ochenta, durante los años más álgidos de la dictadura militar.

Si bien, Bernardo ha escrito diversos ensayos, reseñas, prólogos, críticas literarias y ha colaborado en investigaciones de rescate de la identidad literaria maulina, él prefiere que lo llamen poeta, más que escritor, y ha publicado sus versos en “Sin conciencia ninguna” (1981), “Barrio Cívico” (1988), “Memorias del agua” (1999), “Intemperies – Antología Fugaz” (2004), “Memorias del bardo ciego” (2009), “Catacumbas” (2012), “La cabaña del Monje” (2015) e “Intemperies – Antologías Fugaz”, segunda edición, (2017); los dos últimos libros publicados con Helena Ediciones.

Por otro lado, ha sido galardonado con diversos premios, tales como: “Premio Poesía Nueva”, de Pastoral Juvenil de Talca (1978), “Premio Pablo Neruda”, de Radio Chilena Santiago (1979), Premios Revista Artes y Letras de El Mercurio (1989), “Premio Nacional de Poesía Stella Corvalán”, de la Municipalidad de Talca (2004), y “Beca Creación Literaria”, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2013), entre otros.

Ha sido invitado a lo largo de su vida a ferias, conversatorios, festivales, información que puedes encontrar en su sitio web www.bernardogonzalezkoppmann.cl, siendo una de sus más recientes participaciones la incorporación de su poema “Cerezo”, en el libro “Arboric”, obra que reúne a 110 poetas y pintores del país, y cuyo lanzamiento se llevó a cabo el pasado 12 de marzo en el Palacio Cousiño; en una actividad patrocinada por la Sociedad de Escritores de Chile y la Asociación de Pintores y Escultores de Chile.

González Koppmann profundiza sobre su último libro, a ser lanzado el 8 de abril próximo en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca y, por supuesto, sobre que lo inspira, la actualidad, y mucho más.
por romy bernal díaz, periodista

1) ¿En qué mundo nos envolverá “Cantos del bastón”?

  • Pretendo en mi obra “Cantos del bastón” rescatar la poesía del Maule. Para ser más específico, sus rastros culturales originarios, casi elementales, que van desde vestigios rurales muy antiguos hasta el territorio actualmente intervenido por el progreso depredador y falaz que ha instalado la globalización neoliberal. Ese es el trayecto histórico de siglos -que descubro por aquí y por allá en el rostro de mis paisanos- que intento atrapar en mis poemas, especialmente su humanidad, sus gestos fraternos, la decencia y dignidad de mis gentes que viven insertos en la naturaleza, ya sean arrieros, pescadores, leñadores, hortelanas, temporeras, profesoras, ferroviarios, en fin, mis antepasados, sus penas y alegrías, faenas, celebraciones, la amatoria espontánea y caprichosa de los lugareños, sus costumbres, leyendas y el enorme legado antropológico que hoy replican los habitantes del Maule profundo que se niegan a perder su identidad. Eso más o menos es lo que configura mi universo poético.

2) Esta obra abarca 40 años de trabajo literario, y sabemos que está dividida en poemarios. ¿Qué agrupan éstos? ¿Etapas de la vida, vicisitudes emocionales, críticas sociales?

  • A mi parecer, pero puede que esté equivocado, creo que son cuatro los temas principales que desarrollo en este libro: la naturaleza, lo social, lo erótico y lo místico. Por lo que ahora veo, después de 40 años en el oficio, esos serían los tópicos más recurrentes en mi poesía, los cuales no busqué intelectualmente sino que se me dieron espontáneos y sencillos como el viento, la lluvia, el canto de un pájaro, las ánimas en pena, el pito de un tren o una carta de amor. Mi alma se inclinó ante ellos, y escribí.

3) De los 17 poemarios que recoges en tu libro, ¿cuál es el más querido?

  • Algunos fueron simples trípticos o folletos mimeografiados. A no engañarse. Pero -eso sí- todos tuvieron y tienen un valor muy íntimo para mí. Sin embargo, me da la impresión que fue “Nuevamente los pájaros acuden a rescatar mi soledad”, publicado en 1989, en el Obispado de Talca, el poemario que me hizo pasar de una etapa a otra. Después de ese libro me empecé a sentir poeta. Fue como que la poesía me tomó en serio, y yo a ella. Es un bello libro. Sí, definitivamente a ese libro le tengo mucho cariño.

4) Hace un tiempo nos contaste que te volviste poeta muy joven. Pudiste elegir cualquier género literario para expresarte, ¿por qué poesía?

  • La verdad es que, desde que tengo memoria, siempre quise atrapar la belleza del mundo. Primero quise ser pintor, después fotógrafo, pero terminé siendo poeta cuando me di cuenta que las palabras estaban vivas, que eran seres vivos. Eso no lo voy a explicar aquí porque daría terrible lata. Respecto a los géneros literarios, de chico me gustó la brevedad y la síntesis que otorga la poesía para decir mucho con pocas palabras; también ella nos da la posibilidad de construir imágenes que encierran esos misterios que te sacan de la obviedad, de una realidad chata; incluso, con una metáfora puedes resolver un conflicto existencial como por arte de magia, y de una quedas en otra. Sin embargo, querida Romy, también me atrevo con la prosa y he escrito reseñas, comentarios de libros, prólogos y ensayos los cuales pienso publicar más adelante bajo el título “La hermosura de ser. Prosas”. Llevo más de 500 páginas escritas en “Prosas”.

5) ¿Qué significa para ti ver concretada esta publicación y poder compartirla con tus seguidores?

  • Es una etapa importante la que se cierra. Después de este libro entro a la tercera edad. Necesitaba recoger mi obra completa; estaba en deuda conmigo mismo. Gracias a Dios tengo lectores fieles que me han apoyado durante toda la vida y se han hecho cómplices de mis escritos. Ellos y ellas saben quiénes son. La verdad es que nunca tuve grandes aspiraciones cuando empecé a escribir con lápiz mina mis primeros borradores, en un cuarto en penumbras, y ya ves cómo los poemas han ido logrando vida propia, independiente que el autor esté joven o viejo, vivo o muerto. La poesía me trascenderá, estoy seguro, y esa es mi mayor felicidad. Me da un poco de pudor hablar de esto, porque es algo muy personal que es mejor saborearlo callado. Es más sencillo el silencio.

6) Este poemario, además, incluye textos inéditos, ¿puedes profundizar un poco más y contarles a las y los lectores de qué trata esta nueva obra?

  • El último poemario incluido se llama “Monasterio de Quilvo”. Lo fui escribiendo desde hace unos cinco o seis años a la fecha. En él recojo experiencias como mi acercamiento a Chiloé, tanto que hacia allá pienso emigrar pronto. También relato mi admiración por la vida monacal y mística. Por otro lado, y en forma transversal, todo el libro tiene un tono o temple de ánimo reposado, macerado, tanto que nunca me había sentido tan pleno escribiendo en estos años de estallido social y pandemia. Creo, sinceramente, que me quedan los años más bellos de mi vida, porque pienso disfrutar -hasta que deje de respirar- cada vez más las cosas que nunca tuve tiempo de apreciar con calma: leer libros viejos, ver las películas de Chaplin, cooperar con el Colegio de Profesores, ayudar en la catequesis de la parroquia del barrio, caminar por la costanera de Chonchi, encender el fuego, respirar aire puro, mirar la cordillera, en fin, hacer tareas que he dejado pendientes, sólo por el puro placer de vivir la poesía como un resucitado.

 7) Si bien, nos alejamos un poco de tu libro, pero no así de la conversación que nos convoca. Nos gustaría saber qué piensas del proceso histórico -la Convención Constitucional- que se está llevando a cabo en Chile. Sobre todo, porque para escritores y artistas en general, dedicarse por entero a su pasión es casi imposible en este país. ¿Crees que la nueva Constitución reivindicará la función de artistas y escritores en la sociedad?

  • Toda la vida he sido un animal político. Pero mi primer amor es la poesía. La verdad, pienso que va a salir una buena constitución para Chile, y el arte, la educación, la salud, la vivienda, etc., serán derechos consagrados para el pueblo. Tengo fe que pasaremos de un estado subsidiario a un estado solidario. Va a costar harto, eso sí. Respecto al arte y los artistas, sin embargo, estimo que con CC o sin ella, con nueva constitución o sin ella, el genuino creador siempre dará a luz belleza, hermosura y obras de arte imperecederas. Pensemos en Víctor Jara, Miguel Hernández o Ernesto Cardenal, por ejemplo. Ojalá, alguna vez el estado chileno esté formado por ciudadanos cultos, tolerantes y fraternos que valoren la creación artística en todas sus gamas, aunque me temo que aún no estamos preparados ni educados para reivindicar la función de artistas y escritores en la sociedad. Nos falta mucho todavía.

8) ¿Crees que este gobierno contribuirá con ésta tarea? ¿O se requiere de participación activa -fuera del ensimismamiento frente a una hoja- de las y los autores?

  • Espero que este gobierno cumpla su programa. Los artistas mucho hacen con crear belleza en las condiciones que estamos, y ya harto han exigido mejores condiciones de vida para el arte y el país. Habitualmente los creadores participan en estas y otras luchas sociales, y hacen aportes sustanciales, pero en tal sentido pienso como el Che Guevara. Una vez en las sierras de Bolivia el mítico comandante se encontró con un guerrillero que era poeta, y el Che lo devolvió a la ciudad con viento fresco porque necesitaba que alguien abajo escribiera la historia. No sé si me explico.

9) Queremos proponerte dos desafíos. Si tuvieras que elegir un poema que representara tu obra completa y, por otro lado, si tuvieras que elegir un poema que te representara como poeta, ¿cuáles serían y por qué?

  • Difícil. Pero intentémoslo. Hay un poema en “Cantos del bastón” que representa mucho la poesía que amo -cotidiana, limpia, sugerente, simbólica, popular-, aunque también hay otros como “Los vecinos” (p.268) o “La Moneda” (p. 71) que también podría mencionarte, pero en este momento me quedo con “Rodenak” (p. 86), ya que los sueños de infancia con él se hicieron realidad, y viceversa. Y, respecto a un poema que me podría reflejar como poeta, te mencionaría “Los sobrevivientes” (p. 239), porque habitualmente me considero un habitante antiguo, de otra época, que nunca he renunciado a ser quien soy, un poeta enamorado de su pueblo.

10) Finalmente, señalas que con la publicación de “Cantos del bastón” se cierra un ciclo, ¿hacia qué dirección viajará tu pluma?

  • Fíjate que “Cantos del bastón” se empezó a escribir el mismo año que se aprobó la constitución de Pinochet (1981) y se publica justo ahora cuando se empieza a redactar la nueva carta magna (2021), la primera en Chile genuinamente popular. Mira, son 40 años de poesía los que recoge mi libro y cuarenta años también -exactamente los mismos- lo que duró la constitución trucha del dictador. Es una gran coincidencia. Finalmente, te cuento que seguiré escribiendo. Tengo un conjunto de poemas por ahí que los he reunido bajo el rótulo de “Maleza”. En fin, sólo Dios sabe qué nos deparará el destino, en este minuto sólo te puedo decir que el que nace chicharra muere cantado. ¿No te parece?